Ira, la guapísima luchadora

Aquí traemos a la guapísima Ira, una perra de raza American Staffordshire Terrier. Su dueña es Esther. Tiene 5 años.

Esther desde que conoció a Tyson, perro de unos amigos se enamoró de esta raza, y deseaba tener uno igual pero en hembra. Y aquí tenemos a Ira, prácticamente igual.

Su ama pasó por una separación teniendo a Ira, y a pesar de las grandes dificultades económicas que tuvo se llevo a su perra por delante, siempre con ella. Su actual pareja le ha ayudado muchísimo con todo.

 

 Es una perra buenísima, independiente y cariñosa más bien cuando le apetece. Adora a sus amos, es muy vigilante y cómo no, defensora, siempre alerta.

Es muy gracioso verla cuando pone las patas delanteras en la pared y empieza a hacer movimientos extraños, como para llamar la atención.  Adora salir a la calle, sobre todo si se empieza diciendo anem a... (vamos a...).

Ira ha tenido una camada. La prepararon para cruzarse con un blue staffordshire, pero era imposible hacer que se quedara embarazada... Entonces el hijo de este macho lo consiguió.

 Tuvo un parto un poco complicado, tardó varias horas en sacar a todos los perros, ya que cada cachorrito tardaba casi dos horas en salir. Su querida ama incluso faltó al trabajo!

Después la pobre se cansaba mucho de los cachorros, mamaban sin cesar. Una tetilla se le infectó e inflamó y la tuvieron que pinchar varias veces.

También a esta gran guerrera le picó el flebotomo, el mosquito de la leishmania. Pasaba por una época en la que sus defensas andaban un poco bajas, y le afectó bastante... Ha estado durante muchísimo tiempo con pinchazos y una medicación especial. Afortunadamente, en la útima prueba que se le hizó salió negativo para leishmania. Bieeen!!!

Cuando Esther lleva a Ira de paseo, siempre le tira piedras del camino para que vaya a buscarlas, e Ira coge las piedras, sí, pero no las suelta! Llega un momento que la pobre no puede tener más piedras en la boca, y es tan tozuda en llevar todas las piedras que se le lanzan que mejor no hacerlo cuando tiene la boca al completo. Hasta que no lo consigue es un no parar!

Da gusto ver como corre por el prado, parece una cabra! Disfruta tanto corriendo que va dando brincos y estirando sus patas y su cuerpo al completo a cada salto.

Puede estar con cualquier perro, pero su territorio es nada más que suyo y de su hijo Turco. Tiene muchísima paciencia esta perrita, pero mejor no buscarla más de la cuenta que también puede tener mucho genio!

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