Conducta agresiva en perros. PROHIBIDO

Hay que saber que los perros normalmente no son agresivos a no ser que tengan una buena razón para serlo. La mayoría lo son porque diariamente están expuestos a
una vida o situaciones estresantes. Lo mejor para evitar que el cachorro o perro adulto se vuelva agresivo es ayudarle a tolerar situaciones desconocidas.
El miedo es el factor principal para que un perro se vuelva agresivo. Los que no han sido correctamente socializados o no han tenido la oportunidad de hacerlo, suelen ser los más miedosos. Por esto, la socialización juega un papel importantísimo en la educación de nuestro perro. Para saber más sobre el tema de la socialización podéis leer este enlace . Cuando un perro está acostumbrado a estar con gente diferente, verla pasar, tanto personas mayores, como adultos o niños, a otros perros, a ruidos, a situaciones que pueden ser horribles para él como la aspiradora, que alguien extraño como el cartero, el del gas, etc venga a casa… Si se le acostumbra a aguantar o tolerar estas situaciones, será un perro bastante sociable y equilibrado, lo que nos ayudará a evitar que se vuelva agresivo según qué situación.
Lo ideal sería que desde muy pequeño, el perro esté en contacto con la gente, con personas de diferentes edades, diferentes alturas y aspectos. Y cuantas más mejor, así al final aprenderá que puede estar calmado, que no pasa nada.

También es importante que no lo agobien con caricias y cariños, sobre todo los niños, pocos son los que se pueden resistir a acercarse a un perrito.

Cuando el cachorro estaba con su camada, antes de llevárnoslo, estaba acostumbrado a jugar mordiendo con sus hermanos, y querrá jugar con nosotros mordiéndonos. Esto hay que evitarlo, y un modo bastante efectivo es dándole juguetes. Cualquier cosa que le hagamos será un motivo para que quiera mordernos, como hacerle caricias, decirle cosas, o simplemente, que nuestra mano esté a su alcance. Si cerramos el puño le será mucho más difícil, y si se le ignora y se le da un juguete, aprenderá rápidamente que morder es algo que no nos agrada.
Así que, todo lo que enseñemos al perro, será lo normal para él cuando crezca. Si gruñe, muerde, acosa a niños pequeños, tira de la correa, ladra demasiado… Serán comportamientos que si no se cortan a tiempo, será muy difícil hacerlo cuando sean adultos.
Si hace algo mal, hay que pararse en seco y hacerle entender que no nos agrada esa conducta, y si hace algo bien hay que premiarle y elogiarle, así tendremos un perro adulto con el que podremos convivir perfectamente.