Este es un problema que casi todos los propietarios de
perros han tenido, y la verdad es que es difícil enfrentarse a ello y obtener
soluciones, sobre todo si no se tiene suficiente información. Además, si el
perro es grande, puede causarnos lesiones en hombros y espalda, y puede que
hasta en el cuello del animal.
Sobre todo no hay que tirar la toalla, el perro debe
aprender cual es su lugar en la familia, y desde luego no es el cabeza de
familia. Puede que no aprenda rápido, no por ello es tonto o es imposible que
deje de tirar.
Hay que dar un cambio radical en nuestra forma de ser con el
perro. No hay que permitirle hacer ni una sola vez las cosas que no queramos
que hagan (tirar de la correa, subirse a la cama o sofá, pedir comida mientras
comemos nosotros…)
Así que para hacer que deje de tirar de la correa lo primero
sería entender por qué lo hace. Posibles causas:
-
Energía en exceso: normalmente es la causa principal. Si
un perro que tiene raza o cruces de razas predispuestas a hacer mucho ejercicio
diario, y no pueden hacerlo, dan salida a su energía como pueden, por ejemplo
tirando de la correa, destruyendo cosas, ladrando…).
-
Han aprendido a tirar en lugar de a no tirar: Si el
perro tira de la correa desde el primer día y no se le ha corregido, si nos
hemos cansado de luchar contra corriente y él ha ganado esta batalla, ha
aprendido a tirar y lo seguirá haciendo hasta que alguien le enseñe a parar. Si
el perro es pequeño no es una excusa. Porque algún día dejará de serlo. No nos
tiene que llevar a nosotros, sino nosotros a él. Hay que procurar pararle los
pies cada vez que tire, como chistar y dar un pequeño tirón nosotros, o lo que
bajo mi punto de vista es lo más acertado. Pararnos en seco y cuando deje de
tirar avanzar de nuevo. Y así hasta que pare.
-
Igualdad de fuerzas: por instinto, el perro si recibe
una fuerza o tensión sobre alguna parte de su cuerpo, como el cuello, intentará
compensarlo para mantener el equilibrio poniendo fuerza en esa zona, o sea,
tirando. Cuanta más fuerza hagamos, más tirará. Y si el perro va con exceso de
energía y ha aprendido a tirar desde hace tiempo… Ya la tenemos hecha!
Ahora que se puede entender el porqué de tantos y constantes
tirones estas pueden ser unas posibles soluciones:
- Hacer ejercicio: los perros necesitan ejercitarse. Y
pasear no solo para hacer sus necesidades, sino para quemar energía,
socializarse, aprender y relacionarse con el entorno. Y si es una raza muy
activa habría que procurar proporcionarle una forma de hacer ejercicio que sea
algo más que caminar, porque por ejemplo un perro de caza o un perro de tiro de
trineo, necesitaría hasta 4 horas diarias para cansarse. Así que si nos hemos
comprometido a tener un perro, hay que apagar la tele, dormir menos, salir
menos, etc y ser más activo. Si se sale, no será suficiente para el perro
quedarse sentado al lado de un banco. Lo
ideal sería correr con él, hacer bici, jugar a lanzar pelotas, cuerdas, palos, frisbee…
Hay que estimularle, vivir en un
terreno enorme no es suficiente para que el perro tenga un equilibrio enérgico
suficiente. También puede ser una buena solución repartir el trabajo con los
familiares, que cada miembro saque al perro por separado.
-
Aprender: hay que hacer entender al perro que no nos
gusta que tire. Cada vez que lo haga hay que realizar algún tipo de estimulo
que él pueda entender, como pararnos en seco, mandarlo a sentar, o dar un pequeño
tirón. Hay varias herramientas que nos pueden ayudar: cansarlo (darle juego
antes de salir, jugar a tirar del trapo…). Hay que elegir un sonido para
penalizar la acción que no nos agrade, como un “NO”, “MAL”, “OOOH!”, “SHHH!”. Y
no vacilar nunca, cada vez que haga algo mal hay que pararlo. Puede tardar mucho o tardar nada en aprender,
debemos tener mucha paciencia.
-
Herramientas: hay varios collares o arneses con unos
mecanismos que pueden ayudarnos a corregir lo que se llama el equilibrio de
fuerzas. Estos son unos ejemplo:
-
Collar estrangulador: el más famoso, conocido y
utilizado, y el que más fracasos da. Hay que saber cómo se utiliza para no
dañar al perro. Con este collar el perro aprende mediante un refuerzo negativo.
La verdad es que yo prefiero enseñar mediante el refuerzo positivo. Lo ideal
sería utilizar esta herramienta sólo hasta que el perro aprenda a dejar de
tirar.
-
Collar aversivo: también mediante refuerzo
negativo, si el perro tira, se hace daño.
-
Collar halti: es un collar con dos tiras de
nylon que se colocan en el hocico y en la parte alta del cuello. Tiene una tira
que queda debajo de la barbilla del perro. Permite abrir la boca todo lo que
quiera, no es un boza. Si este collar se combina con premios puede ser muy
efectivo. Hay que procurar que se acostumbre al collar en casa y que no intente
quitarselo a la hora de pasear. Con esta herramienta, cuando el perro quiera
tirar, se le ladeará la cabeza, cosa que le resultará bastante molesta y parará
de hacerlo.
-
Arnés tipo buster: es un arnés con varias
anillas de anclaje que actuan en dos puntos; tranforman la fuerza del tirón
hacia abajo y tira del cllar hacia desde adelante. Se cambian los puntos de
apollo. El perro no suele necesitar acostumbrarse a esta herramienta.
-
Arnés Gentle leader: son dos tiras, una pasa por
el pecho y otra por el tórax. Al hacer fuerza el perro, la tensión hace que se
cambie el punto de apoyo y dejará de tirar desconcertado. Hay que procurar que
quede bien fijo, si no podría no funcionar y hacer daño al perro.
En resumen, con paciencia, con información y con las adecuadas
herramientas, el pasear al perro que nos pareciera un castigo, se convertirá en
un ameno, divertido y hasta relajante momento que compartir con nuestro peludo,
lo que servirá para afianzar y mejorar los lazos que tengamos con él.
Espero que esta información os haya servido.
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